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No me voy a ir con rodeos. Las claves para hacer que tu negocio sea más competitivo son:

  • aprovechar la tecnología para optimizar los recursos de tu empresa
  • y mejorar la experiencia del cliente

Es decir, digitalizar tu negocio. Lo cual pasa, probablemente, por construir una web. Pero esta web debe ser el resultado de una estrategia previa basada en un modelo de negocio centrado en el usuario.

¿Por qué gastar esfuerzos en digitalizar un negocio?

Tarde o temprano tendrás que adaptar tu negocio a esta realidad. Una realidad donde las grandes empresas españolas y nuestras instituciones han apostando por crear un mercado (más) competitivo en Europa y en el mundo. Y eso pasa por que nuestras pymes se digitalicen y pongan al cliente en el centro —o arriba, plantéalo como quieras, es lo mismo—.

Quiero decir, tus competidores ya se han digitalizado, están en proceso o lo están pensando. No queda otra. Tienes que mirar a los posibles futuros para prever que quedarte fuera del mercado es un futuro más que probable si no das el paso. Hace un siglo las fábricas de hielo desaparecieron dando paso a los congeladores domésticos. Hoy sectores como el taxi se ven afectados por los cambios en la movilidad y por nuevos modelos de negocio basados en la economía colaborativa.

¿Cómo puede una pyme digitalizarse?

Siguiendo con la idea anterior. Supongo que en este punto no piensas que digitalizar un negocio es diseñar una web o tener un plan de acción para redes sociales. Espero haberte podido transmitir la idea de que eso son solo acciones que pueden formar parte de la transformación digital.

La cultura digital se basa en la experiencia del usuario y sus hábitos de compra. Es decir, se basa en adaptar el modelo de negocio a las nuevas exigencias del mercado. No en intentar que los clientes se adapten a tu modelo de negocio obsoleto. Sino en escuchar lo que tu cliente quiere y adaptar lo que mejor sabes hacer con ayuda de la tecnología para ofrecérselo.

Por ejemplo, muchos creativos han dejado de atender a sus clientes de manera presencial en sus estudios. No necesitan tener un espacio físico. Pueden atender a sus clientes a través de videoconferencias o participar en proyectos grupales haciendo uso de diversas aplicaciones.

Lo mismo ocurre con un negocio de venta de cualquier tipo de mercancía o servicios:

  • Una academia de idiomas puede impartir clases en remoto,
  • una clínica veterinaria ofrecer consultoría por videollamada,
  • un restaurante no tener comedor
  • o un minorista no tener almacén

Con esta mentalidad, podemos ahorrar muchos costes. Y no solo esto, sino, que lo que antes era un negocio local se convierte en un negocio global, o al menos nacional. Ya no cierras tu mercado a tu área geográfica, sino que abres tu área al mundo.

Para ello, lo primero es repensar tu modelo de negocio y preguntarte ¿qué es lo que mejor sé hacer? ¿Qué es lo que mi cliente necesita? En la convergencia de las respuestas a estas dos preguntas está el propósito de tu negocio. Y a partir de este punto idear la manera de llevarlo a cabo teniendo en cuenta todos los factores implicados. Por supuesto, añadiendo el componente tecnológico en todo aquel proceso que se pueda digitalizar o automatizar. Con el fin de conseguir mayor eficiencia en los procesos estandarizados y mayor eficacia gracias a la posibilidad de recogida y análisis de datos. Como colofón, la automatización nos permite invertir tiempo en procesos o actividades que requieren mayor cualificación o creatividad. Por tanto, aportan un gran valor en el negocio.

Sin miedo

Puede ser que todo esto de digitalizar tu negocio te suene demasiado grande. Puedo asegurarte que cualquier negocio cuenta con la posibilidad de replantear su modelo y pasar a la acción. Según vas descubriendo el potencial que la digitalización y el diseño tienen al integrarse en el ADN de tu negocio. Descubres todo aquello en lo que nunca había pensado. Que, curiosamente, suele coincidir con conceptos y objetivos fundamentales para que un negocio sobreviva en la nueva era digital.

Además, los cambios se diseñan por fases por lo que no resulta un proceso brumoso. Adoptar la nueva cultura se vuelve un reto muy ilusionante sobre el que caminar. Ya lo decía Machado: «caminante no hay camino, se hace camino al andar».

 

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